Los pollos de engorde, granívoros por naturaleza, son muy sensibles a las características sensoriales de los alimentos. La presentación física, y el tamaño de las partículas en particular, pueden influir en el comportamiento alimentario. La transición del alimento en migajas al granulado, por ejemplo, es un periodo especialmente crítico para los pollos. Una buena gestión de la presentación y la calidad física de los piensos contribuirá al buen crecimiento de estos animales.
Dureza y durabilidad del pienso
La calidad física de los piensos depende de varios factores (fórmula, granulometría de la molienda, ajustes de fábrica, etc.) y suele evaluarse mediante dos criterios: la dureza y la durabilidad. Por ejemplo, para los pollos recomendamos una durabilidad de entre el 75 y el 80% y una dureza inferior a 2,5 kg*. Un pellet demasiado duro dará lugar a clasificación y desperdicio. Un pienso con una durabilidad baja será demasiado fino, lo que provocará problemas digestivos y el deterioro de la yacija. Por lo tanto, una mala presentación del pienso puede provocar una disminución del rendimiento zootécnico y, en consecuencia, pérdidas económicas.
Procesos de fabricación y calidad física de los alimentos
En junio de 2020, Techna realizó un estudio en once fábricas francesas para comprender mejor la relación entre el proceso de fabricación y la calidad física de los piensos.
En este estudio, independientemente del tipo de pienso analizado, se encontró una relación lineal positiva entre la dureza y la durabilidad del pellet. Cuando la dureza aumentaba en un punto, la durabilidad se incrementaba en unos 9,5 puntos.
Los resultados muestran que una elevada durabilidad del granulado antes de desmenuzarse reduce la fracción fina de la miga durante la puesta en marcha. Además, una granulometría gruesa de la miga (> 3,15mm), parece alterar la calidad del producto acabado en el acabado, al reducir su durabilidad y dureza. Estos resultados pueden explicarse por un aumento de los puntos de fisuración cuando la granulometría es elevada, lo que reduce la cohesión entre las partículas y degrada el granulado.
Por el contrario, cuando se reduce el tamaño de las partículas, hay más superficie de contacto disponible y, por tanto, mayor durabilidad del granulado. Los datos también muestran que la durabilidad y la dureza del pellet se ven afectadas negativamente por el nivel de aceite en la fórmula, esencialmente cuando se añade aceite en la mezcladora.
En conclusión, la fracción gruesa de la molienda, así como la adición de aceite en la mezcladora, parecen marcar una diferencia importante en la calidad de los piensos para pollos. Sin olvidar la importancia de controlar los productos intermedios (por ejemplo, los gránulos antes del desmenuzado), que pueden ser factores clave para lograr un buen control de la calidad del producto acabado.
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