Para el ganado, el secado es un periodo de descanso regenerativo, esencial para una lactancia exitosa y un buen rendimiento reproductivo. Los cambios en el estado de vacas, cerdas, cabras y ovejas están controlados en gran medida por mecanismos hormonales interdependientes. Estos frágiles procesos pueden apoyarse en las horas que siguen al secado para reducir los fenómenos inflamatorios y prolongar el periodo de reposo de la ubre. Después, las funciones reproductivas se reactivan rápidamente y también se optimizan con nuestros métodos. Sin embargo, no todas las especies tienen las mismas necesidades. Por lo tanto, el secado debe gestionarse por separado, de la forma más precisa posible y adaptada a la fisiología de cada especie.
El secado es una fase de transición entre la fase de producción de leche y la llamada fase "seca" del secado. Este cambio de estado fisiológico se rige por un profundo cambio hormonal.