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¿Cómo podemos gestionar las complicaciones causadas por Escherichia coli en la producción avícola? Logo Natual

E. coli es un germen cuya presencia es inevitable en el intestino de las aves de corral. Sigue siendo benigno si el equilibrio entre el animal huésped y su entorno es estable, de lo contrario puede ser potencialmente peligroso.  Basta una infección para que este germen se convierta en una enfermedad mortal; las consecuencias pueden ser a veces extremadamente graves en cualquier tipo de ave de corral; pavos, gallinas ponedoras, pollos. A continuación se ofrecen algunas pautas y consejos sencillos que pueden aplicarse en las granjas avícolas para gestionar y, mejor aún, anticiparse a los desequilibrios que conducen a la colibacilosis. 

Menor producción, menor consumo de pienso y agua, diarrea, deshidratación, pérdida de peso, ¡mortalidad! ¿Qué está ocurriendo en nuestros corrales? Estas manifestaciones pueden deberse a una "colibacilosis". La colibacilosis es probablemente la infección bacteriana más frecuente y devastadora de la patología aviar, que provoca grandes pérdidas económicas.

Presencia normal de colibacilosis en aves de corral

Escherichia coli es una bacteria comensal del tubo digestivo de las aves de corral. Es una bacteria Gram negativa provista de pili. Sin embargo, sólo unos pocos serotipos son patógenos, entre ellos la "Escherichia Coli patógena aviar" (APEC). Algunos serotipos muy específicos están asociados al síndrome de colibacilosis en las aves de corral. La colibacilosis resulta de la transferencia de gérmenes de tipo bacilo coli, desde el sistema intestinal inferior a los demás órganos digestivos o respiratorios de los animales. Estos gérmenes acaban fijándose y desarrollándose rápidamente a nivel de estos órganos. E. coli se aloja en el tubo digestivo de las aves de corral (pavos, pollos, gallinas ponedoras, pollos) a razón de 100 000 a 1 millón por gramo de heces en una flora equilibrada.

La colonización del intestino de un pollito de un día por colibacilosis debe producirse rápidamente para que la flora intestinal pueda alcanzar el equilibrio adecuado. Sin embargo, se sabe que algunos serotipos de E. coli son patógenos para las aves de corral... Pero los análisis sistemáticos realizados en pollos revelan que estos mismos serotipos (o grupo de microorganismos) se encuentran a menudo en manadas de pollos de engorde totalmente sanas. Sin embargo, ¡una E. coli que se sabe que no es patógena puede encontrarse en manadas de aves con una elevada tasa de mortalidad! Esto significa que el problema no sólo se debe al tipo de E. coli, sino también a las defensas del animal.

¿Cuáles son los factores desencadenantes de la colibacilosis en las manadas de aves de corral?

La colibacilosis puede afectar a cualquier tipo de ave de corral, pavos, gallinas ponedoras, pollos. Esta enfermedad puede producirse como resultado de una disminución temporal de la inmunidad. Puede estar causada por un virus o por malas condiciones ambientales. Una vía importante del patógeno es el tracto respiratorio. Esto se debe a que el animal ha inhalado partículas de polvo contaminadas con E. coli. Dichas partículas pueden proceder de los excrementos del tubo digestivo de animales sanos. ¿Cómo puede ocurrir esto? La bacteria se multiplica en el tracto respiratorio superior. Las bacterias acaban colonizando las vías respiratorias debido a sus propiedades adherentes. Después, consiguen alcanzar la parte sanguínea y, como resultado, proceden a colonizar los órganos más profundos (hígado, intestinos...).

Sin embargo, las infecciones colibacilares no siempre conducen a enfermedades. Para prevenir las enfermedades, debe alcanzarse un equilibrio relativo entre una E. coli regular y favorable contenida en el intestino y una E. coli contenida en los órganos o en la red general de circulación sanguínea. Muchos factores pueden romper este equilibrio. Entre ellos se encuentran el estrés ambiental (frío, calor, ventilación, polvo...), los errores de cría (descomposición de los piensos, estrés vacunal, etc.) y las transferencias víricas.

Las dos causas principales que pueden provocar estas situaciones negativas son:

  • Un estado hepático muy cargado,
  • Un estado respiratorio débil.

En función del factor dominante, el primer elemento que debe buscarse es qué ha desencadenado el estrés. Según la naturaleza del problema, el diagnóstico puede completarse con una solución de tipo respiratorio (ventilación, flujos de aire, amoniaco o polvo), o de tipo hepático (tipo de alimentación, edad de los animales, etc...).

¿Cómo evitar las situaciones de desequilibrio susceptibles de desencadenar una colibacilosis?

El objetivo principal es evitar el desequilibrio fisiológico. En primer lugar, hay que examinar los factores que conducen a cualquier forma de problema fisiológico. Entre ellos figuran la frecuencia de las situaciones en las que el estado inicial de desequilibrio desemboca en una afección más grave, la edad a la que se produce el problema, las localizaciones espaciales y materiales, y el tipo de cuadro de necrosis en juego.

En muchos casos es necesario recurrir a la terapia antibiótica, pero esta opción no debe ser sistemática. El uso sistemático no es necesariamente la forma correcta de actuar porque es importante identificar la sensibilidad de la bacteria a los antibióticos para adaptar el tratamiento y evitar la aparición de resistencias, lo que lleva tiempo. El objetivo es, por tanto, reducir la cantidad de intervenciones externas estableciendo un verdadero plan de acción para el control preventivo. Sin embargo, esta estrategia de bioseguridad médica es preocupante: el uso repetido de antibióticos en casos de riesgo indefinido puede provocar una exposición elevada y una mayor probabilidad de aparición de cepas resistentes.

Los residuos de antibióticos requieren largos periodos de retirada y, por tanto, limitan la comercialización de los productos (huevos, carne). En cuanto a las vacunas, no sólo son escasas, sino que las pruebas de su eficacia en el contexto ganadero distan mucho de ser convincentes por ahora. Por el contrario, el uso de soluciones vegetales complementarias y preventivas puede evitar el periodo de espera inherente a la administración de antibióticos y el riesgo de resistencia a los mismos.

Para minimizar el riesgo de manifestación colibacilar en los gallineros, es esencial eliminar de las vías respiratorias todos los elementos que puedan irritarlas o pesar sobre ellas. Al mismo tiempo, también hay que evitar las consecuencias de la hiperactividad hepática, ya que pueden debilitar a los animales y hacerlos susceptibles a los ataques bacteriológicos.

¿Desea reducir las manifestaciones de colibacilosis en su explotación u obtener más información sobre medidas preventivas? Si es así, ¡no dude en ponerse en contacto con nuestros expertos!

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