El término "bolo ruminal" engloba conceptos muy diferentes. Es la ocasión de hacer balance de las distintas formas de bolo y de su función común: la posibilidad de individualizar la distribución o el seguimiento de los rumiantes (bovinos, ovinos, caprinos), gracias a sus características anatómicas específicas. He aquí las respuestas a las preguntas más frecuentes.
¿Cómo se adaptan los bolos a la anatomía de los rumiantes?
El bolo es un concepto que tiene más de 40 años. Este formato está adaptado a las características anatómicas específicas de los rumiantes (bovinos adultos y en crecimiento, ovinos y caprinos). Los rumiantes tienen tres preestómagos antes del verdadero estómago (abomaso), al igual que en otras especies de vertebrados. Estas bolsas -el rumen, el retículo y el omaso- permiten a los animales digerir las fibras forrajeras. Este complejo de tres preestómagos es similar a un fermentador continuo.
El rumen es la cavidad en la que se desarrollan las bacterias. Es el lugar de la descomposición química y mecánica de la ración en pequeñas partículas. Cabe señalar que el rumen es también el lugar de absorción de los ácidos grasos volátiles (nutrientes energéticos producidos por las bacterias del rumen).
La red es una especie de válvula que conecta el rumen con el resto del tubo digestivo. Sólo las partículas en suspensión pueden continuar su viaje.
La valva puede compararse a un filtro, que sólo permite el paso de pequeñas partículas. También sirve para secar el contenido digestivo antes de que llegue al "estómago real" para ser descompuesto. Así pues, el diseño del bolo aprovecha la particular anatomía de los rumiantes.
Gracias a su alta densidad, los bolos distribuidos al ganado vacuno, ovino y caprino "caen" al fondo del rumen o de la red y permanecen allí el tiempo necesario. Esta posición fija en el tubo digestivo es práctica porque permite una distribución regular de nutrientes o la instalación de un sensor fijo.
¿Cómo se desarrollaron los bolos?
Los primeros bolos, creados en la década de 1970, eran bolos de ingesta. Se diseñaron para proporcionar una cantidad precisa de oligoelementos durante un periodo definido. Estos bolos se descomponen a lo largo de varios meses. Cubren periodos concretos, como la salida a pastar o el secado de los animales. En los años 80, se crearon bolos veterinarios que contenían moléculas antiparasitarias. Liberan una molécula antiparasitaria a largo plazo para evitar que los parásitos se instalen.
A principios de la década de 2000, la investigación se centró en el desarrollo de bolos de identificación, medición y comunicación. Las primeras versiones de estos bolos tecnológicos se diseñaron para simplificar la identificación de los animales, en particular los pequeños rumiantes (ovejas, cabras). Desde entonces, los bolos se han equipado con sensores de temperatura, pH y movimiento en tiempo real. Estos sensores permiten conocer en todo momento el funcionamiento del rumen.
En 2007, el Grupo Techna empezó a diseñar un tercer tipo de bolo, el bolo funcional.
¿Qué es un bolo funcional para rumiantes?
Los bolos funcionales son una versión más avanzada de los bolos de ingesta. Su objetivo es apoyar una función específica del animal durante un periodo definido. Se trata de permitir que el animal supere una fase de alto riesgo o de satisfacer necesidades específicas. Obviamente, estos productos incluyen macroelementos y oligoelementos, así como vitaminas. Son únicos porque contienen plantas y otros aditivos para apoyar las funciones fisiológicas en un momento dado. Estos bolos están diseñados para desintegrarse de forma controlada a lo largo del tiempo, en un periodo que oscila entre unos días y dos meses.
Los bolos funcionales diseñados por el Grupo TECHNA acompañan a los animales para favorecer el crecimiento, la calidad de la producción y la gestión de los riesgos sanitarios y parasitarios.
Hoy en día, los bolos funcionales son adecuados para ganado adulto, ovejas, cabras y terneros. Ahora pueden utilizarse en pliegos de condiciones de calidad como la Agricultura Ecológica.
¿Cómo se fabrican los bolos para bovinos, ovinos y caprinos?
Algunos bolos se fabrican mediante la técnica aparentemente sencilla de la compresión en un molde. De este modo, el bolo es completamente homogéneo en todo su volumen. Esta técnica, validada in vivo e in vitro, garantiza una desintegración controlada, una buena conservación de los bolos y una fácil administración a bovinos, ovinos y caprinos. Una vez distribuido, el bolo va a parar al fondo del rumen y se baña en un medio líquido ligeramente ácido. Este medio descompondrá la matriz del bolo y permitirá que los nutrientes se liberen con el tiempo. Las curvas de desintegración de los bolos se estudian para cada serie de producción con el fin de garantizar una calidad impecable para el ganadero. El control de la desintegración a lo largo del tiempo es un factor importante para satisfacer las necesidades específicas del animal en cumplimiento de la normativa. Por ello, el bolo alimenticio se compone de elementos nutricionales seleccionados y de aditivos tecnológicos (aglutinantes, hierro elemental). Al comprimirse, estos mismos elementos confieren al bolo su dureza y su tiempo de desintegración.
Nuestra experiencia en la fabricación de estos productos en Francia, adquirida y perfeccionada a lo largo de los años, nos permite ofrecer bolos para todo tipo de rumiantes (bovinos adultos y en crecimiento, ovinos y caprinos) que también pueden utilizarse en agricultura ecológica. Si desea más información, póngase en contacto con nuestros expertos.