Detox y drenaje hepático, claves para un caballo de alto rendimiento

El hígado es la clave del rendimiento de un caballo. Es la fábrica del caballo para metabolizar, filtrar, eliminar... Es un órgano muy solicitado. Así que no espere a que el hígado de su caballo sufra para tomar medidas y proporcionarle una dieta adecuada. Los suplementos vegetales adecuados también pueden ayudar a la desintoxicación.

¿Su caballo está un poco gris últimamente? ¿No está en su mejor momento? Y sin embargo, su ración está bien equilibrada y no ha notado ninguna pérdida de peso ni otros síntomas más preocupantes como fatiga crónica, pérdida de apetito, estreñimiento... Cuidado, como dice el refrán, "más vale prevenir que curar". Las situaciones de alto riesgo, como un entrenamiento intensivo, una ración rica o incluso demasiado rica, o la fase de lactancia en las yeguas de cría, pueden saturar rápidamente el hígado. Por ello, es mejor cuidar el hígado del caballo de antemano, controlándolo y proporcionándole una ración equilibrada.

El hígado es ciertamente un órgano útil y resistente, pero es ante todo frágil. Una ración desequilibrada se traduce a veces en un exceso de proteínas y un exceso de almidón. De ahí la necesidad de alimentar a su caballo con una ración adaptada a su estadio fisiológico y a su nivel de ejercicio. Un alimento "especial cría" dado a un caballo que no lo necesita puede sobrecargar el hígado. Por lo tanto, debe estar atento a cualquier forma de disfunción. Las proteínas de mala calidad pueden causar daños en el hígado. En cuanto a la ingesta de proteínas, es importante tener en cuenta tanto el aspecto cualitativo (aminoácidos esenciales) como el cuantitativo (niveles de MADC, materia nitrogenada digestible por el caballo).

Si aparecen signos clínicos, es muy probable que el hígado ya esté gravemente afectado. En caso de duda, deben realizarse análisis de sangre para determinar el nivel de enzimas hepáticas (GGT, ASAT, CPK). Estas enzimas no son específicas del hígado, pero un aumento de sus niveles en sangre puede indicar daño hepático.

Apoyar el hígado significa ante todo adaptar la alimentación. Compruebe que la ración actual esté bien equilibrada. Modifíquela si es necesario para que el aporte proteínico y energético sea coherente con las necesidades del caballo en términos de calidad y cantidad. Tenga cuidado de no dar la misma ración a una yegua de cría al final de la gestación o al principio de la lactación. El resultado sería una deficiencia para la yegua lactante (fase fisiológica) o un exceso para la yegua preñada. En todos los casos, el impacto sobre la función hepática sería perjudicial. Los mismos requisitos se aplican al cuidado de un caballo durante su mantenimiento y entrenamiento. Cuanto mayores sean las necesidades del caballo, mayor será la demanda para el hígado.

La alcachofa ayuda a absorber las grasas útiles. También tiene propiedades coleréticas y depurativas. Y su alto contenido en potasio e inulina le confieren propiedades diuréticas. Su fibra ayuda a mejorar el tránsito intestinal. Por último, sus vitaminas, minerales, fibras y compuestos antioxidantes contribuyen al buen funcionamiento del hígado.

Aunque las disfunciones hepáticas son poco frecuentes, asegúrese de proteger el hígado de su caballo en cuanto aumenten sus necesidades. Existen varias soluciones para favorecer la desintoxicación. ALGUA DIGEST, una solución Paskacheval, concentra extractos de plantas y extractos de algas para apoyar la función hepática. Visite a su distribuidor más cercano.