Tos, secreción nasal, hiperventilación e hipertermia son algunas de las señales que indican que las vías respiratorias de un bovino pueden estar dañadas. El sistema respiratorio de los bovinos es reducido y segmentado, lo que los hace más susceptibles a las dificultades respiratorias. Estas dificultades pueden ir desde la mera incomodidad hasta el desarrollo de auténticas patologías que pueden causar hasta un 20% de pérdidas económicas en las explotaciones de engorde o de crecimiento. Aunque los bovinos están dotados de sistemas inmunitarios muy eficaces, es esencial saber cómo utilizar plenamente estas defensas naturales. He aquí nuestro enfoque sostenible para prevenir las caídas de rendimiento derivadas de tales problemas.
Trastornos respiratorios, un impacto técnico-económico a menudo importante en la ganadería bovina
En ganadería, las malas condiciones de alojamiento, las parcelaciones y las transiciones bruscas de alimentación son especialmente perturbadoras para las vacas lecheras o nodrizas. Cuanto más estresados y debilitados están, más propensos son estos animales a las bacterias y los virus, independientemente de su edad. Los trastornos respiratorios son uno de los principales signos de este desequilibrio.
Estos trastornos se manifiestan en todos los grupos de edad. En este contexto, la mortalidad de los terneros lecheros o lactantes puede alcanzar el 20%; la rentabilidad global de la explotación puede disminuir un 25% en el caso de los animales de engorde debido a los retrasos en el crecimiento.
Las vías respiratorias, auténtico talón de Aquiles del bovino
¿De dónde procede esta debilidad? De hecho, los bovinos presentan una morfología pulmonar original y compleja; es a la vez asimétrica y muy segmentada, ya que se compone de cinco lóbulos izquierdos y tres lóbulos izquierdos. El volumen respiratorio se reduce a la mitad en comparación con otros mamíferos de peso equivalente. Sin embargo, este déficit se compensa con una mayor frecuencia respiratoria y un flujo de aire más rápido. Y lo que es peor, la producción de gases tóxicos -como metano y amoníaco- por las bacterias ruminales expone todo su tracto respiratorio a constantes flujos irritantes.
Sin embargo, la baza de los bovinos reside en su fuerte línea de defensa a nivel de la tráquea; esto es válido para las vacas lecheras, los terneros nodriza, las ovejas y las cabras. Este conducto actúa como un filtro importante; mide alrededor de un metro de largo y conduce a los pulmones. La depuración del aire la realizan los cilios que recubren la membrana de la tráquea. Los agentes infecciosos contenidos en el aire se fijan primero en el moco y son desactivados por los diferentes componentes del sistema inmunitario animal (anticuerpos, células T, macrófagos). Al mismo tiempo, los cilios vibran para expulsar el moco. Este proceso también se denomina depuración mucociliar. Si la congestión es demasiado grave, la tos puede acelerar la expulsión mecánica del moco o de otros elementos indeseables.
Identificación y prevención de posibles trastornos respiratorios en la cría
Frente a las dificultades respiratorias, hay que buscar las causas examinando las condiciones de alojamiento: calidad de la ventilación, densidad de animales, presencia de polvo y gases (amoníaco...) en el edificio incluido.
El segundo paso consiste en definir el tipo de estrés relacionado con las condiciones de cría. Hay que tener en cuenta que a menudo son necesarios cambios en los edificios o en las organizaciones de cría para prevenir la aparición de trastornos respiratorios. Por ejemplo, la mezcla de bovinos de orígenes o edades diferentes en un mismo edificio aumenta el riesgo de enfermedades.
Por último, debemos asegurarnos de que las autodefensas del animal están respaldadas tomando cuatro precauciones importantes. Asegúrese de:
- Realizar las vacunaciones apropiadas, en condiciones sanitarias totalmente dominadas.
- Proporcionar a los animales un estado nutricional óptimo. En este sentido, podemos intentar reforzar la inmunidad de los bovinos frente a todo tipo de agresiones (zinc, cobre, vitaminas del grupo B, por ejemplo) y mantener un buen equilibrio digestivo.
- Evitar el estrés innecesario mediante mejores prácticas ganaderas y limitar las consecuencias del estrés mediante la ingesta de nutrientes específicos como el magnesio (importante para el equilibrio neurofisiológico).
Añadir ingredientes vegetales para estimular los mecanismos de defensa de las vías respiratorias (eucalipto, tomillo...).
La gestión de los riesgos relacionados con las vías respiratorias es un factor importante para mejorar el rendimiento del ganado. La reducción de la mortalidad a una edad temprana, la disminución del uso de medicación costosa y la optimización del rendimiento del crecimiento son algunos de los beneficios que harán que su inversión con nosotros merezca la pena. Nos comprometemos a actuar cuando lo necesite, donde lo necesite y con lo que necesite. Si desea más información, consulte a nuestros expertos.
