¿Qué son los minerales?
Junto con las vitaminas, las proteínas, la fibra, la grasa, el almidón y el agua, los minerales son el combustible del caballo. Los minerales se dividen en dos grandes familias: los macroelementos (calcio, fósforo, sodio, potasio, magnesio, azufre), presentes en grandes cantidades en el organismo, y los oligoelementos (hierro, cobre, zinc, manganeso, cobalto, selenio, yodo), presentes en cantidades mucho menores pero igual de importantes. Les acompañan más de 12 vitaminas: entre ellas, las vitaminas A, C, D, E, K y las vitaminas del grupo B. Asimilados por el organismo, todos estos elementos intervienen en las funciones esenciales tanto del hombre como del caballo. Cada uno de ellos desempeña un papel específico y puede intervenir en diferentes metabolismos. Estimulan el sistema inmunitario, intervienen en las funciones musculares, cardíacas y digestivas, favorecen el crecimiento, etc.