En los gallineros, las condiciones de hacinamiento, el polvo y el calor exponen constantemente a las aves a diversas formas de infección respiratoria. Las aves de corral disponen de mecanismos eficaces para expulsar irritantes, microorganismos y esporas, pero estas defensas son frágiles. ¿Cómo podemos mejorar la calidad del aire en las granjas de pollos, pavos y ponedoras para prevenir los problemas respiratorios?
El aparato respiratorio desempeña un papel fundamental en las aves de corral (pollos, pavos y ponedoras, patos): proporciona el oxígeno contenido en el aire para alimentar las distintas células del organismo. Los órganos que lo componen están en contacto permanente con el medio exterior, de ahí su fragilidad.
El sistema respiratorio de las aves de corral: un sistema vulnerable
Además de pulmones, las aves de corral tienen sacos aéreos. Los sacos aéreos suministran aire a los pulmones de forma continua, pero no participan en el intercambio de gases.
Son comparables a los fuelles. Aunque son útiles para las aves que vuelan, son una verdadera carga en la cría.
Estos órganos tienen una membrana fina y poco vascularizada, lo que dificulta el tratamiento en caso de infección. Están íntimamente conectados a muchos órganos distintos de los pulmones -¡incluidos los huesos! - por lo que son sensibles. Una infección localizada en las vías respiratorias puede transmitirse al tubo digestivo o al oviducto y viceversa por migración de gérmenes patógenos. Es el caso de la septicemia por sobreinfección colibacilar.
¿Cuáles son los reflejos respiratorios de las aves de corral cuando la calidad del aire es mala?
Las paredes de la tráquea y los bronquios están recubiertas de cilios vibratorios. Cuando estos cilios se contraen, transportan el moco y las partículas atrapadas en su interior hacia las partes superiores de las vías respiratorias, donde se expelen (estornudan) o se tragan. Es el mecanismo de la "escalera mucociliar".
A veces, sin embargo, este dispositivo no desempeña su función defensiva:
- si está saturado de demasiado polvo
- si se paraliza por un exceso de concentración de amoníaco: los cilios vibrátiles de las vías respiratorias se paralizan por un exceso de amoníaco en el aire. Esta parálisis se produce en las aves de corral a partir de 10 ppm, mientras que el ser humano sólo siente la presencia de esta molécula a partir de 15 ppm...
- si es destruido por una infección vírica.
Cualquier forma de agresión repercute en la calidad y cantidad de mucosidad de pollos, pavos y ponedoras.
Si el moco es demasiado viscoso o espeso, puede formarse una obstrucción en la tráquea, lo que puede provocar una infección bacteriana o la muerte por asfixia.
El polvo como vector de transmisión de agentes microbianos, víricos y fúngicos en avicultura
El polvo también puede provocar secreciones nasales y estornudos. Están formados por diferentes partículas de distintos grados de finura. Son lo bastante ligeras como para permanecer suspendidas en el aire el tiempo suficiente. La congestión respiratoria es consecuencia de los restos de comida, los excrementos y la paja. Provoca molestias respiratorias en el animal.
El polvo es un auténtico vector de diversos agentes microbianos, víricos y fúngicos. En un edificio muy polvoriento, ¡1 m3 de aire puede contener más de 10 millones de microorganismos!
¿Cómo gestionar la calidad del aire para mejorar el rendimiento de la avicultura?
Una gestión precisa y adecuada de la ventilación es una condición sine qua non para un buen rendimiento y una salud satisfactoria en la producción.
En primer lugar, la ventilación renueva el aire ambiente aportando oxígeno (O2). También evacua el exceso de gases indeseables y nocivos producidos por la respiración (CO2), la combustión de la calefacción (CO2, CO, H2O) y las distintas fermentaciones en la yacija (H2O, NH3).
La ventilación disipa la humedad acumulada por los excrementos, los desechos y la respiración. Evacúa el polvo que puede provocar problemas respiratorios y enfermedades. Gracias a este sistema, el ganadero puede gestionar mejor las temperaturas en el interior del gallinero, tanto en términos absolutos, mediante la lectura del sensor, como en términos de sensación, mediante las velocidades del aire.
Un sistema respiratorio sano elimina el 80% de los gérmenes inhalados en 1 a 3 horas cuando el aire está ligeramente contaminado. Si la contaminación es grave o recurrente, las defensas se ven sobrepasadas: estos agentes infecciosos penetran profundamente en las vías respiratorias, donde son difíciles de desalojar. Como consecuencia, las aves de corral se ven afectadas por diversas infecciones que penalizan el rendimiento de la manada: colibacilosis, aspergilosis, micoplasmosis, etc.
El sistema respiratorio de las aves de corral es un órgano clave y frágil. Es esencial protegerlo para garantizar un rendimiento adecuado y un buen estado sanitario de los lotes. Para ello, debe prestarse especial atención a los siguientes puntos:
- La calidad del sistema de ventilación y su ajuste
- La calidad del aire en el edificio
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