También hay que vigilar a las yeguas para detectar posibles complicaciones. Es esencial proporcionar a las yeguas raciones equilibradas al inicio de la lactación. La producción de leche provoca cambios en las necesidades de energía, proteínas, vitaminas, minerales y oligoelementos. Los riesgos de una ración desequilibrada son una producción de leche inadecuada, osteoporosis, inmunidad reducida, etc.
Del mismo modo que en el caso de los potros, conviene observar a las yeguas. Las ubres pueden desarrollar mastitis, por ejemplo, lo que impediría una producción de leche suficiente para el potro. El parto total (evacuación de todas las matrices placentarias) debe producirse en las 3 horas siguientes al parto. De lo contrario, pueden surgir problemas de metritis. Estos son sinónimos de una mala involución uterina y pueden complicarse con endotoxemia, septicemia o laminitis.
[1] Calostro: es la primera leche de la yegua. Esta secreción láctea se caracteriza por una gran cantidad de inmunoglobulinas (IG).
[2] Inmunoglobulinas: forman parte integrante del sistema inmunitario. Intervienen en el control de los agentes patógenos para prevenir el desarrollo de enfermedades.
[3] Los primeros excrementos del potro.
El éxito del parto y los primeros días de vida del potro son acontecimientos para los que hay que prepararse. Los secantes y los complementos alimenticios deben adaptarse para tener en cuenta los principales problemas que afectan a la yegua de cría y al potro en este momento. Encuentre todos los productos de la gama Paskacheval en su distribuidor más cercano.