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Parásitos internos del ganado y prevención: ¿cómo lograr un equilibrio sostenible? Logo Natual

Es normal que los rumiantes estén rodeados de parásitos, ya que forman parte de su entorno natural. El equilibrio entre hospedador y parásito refleja el enfrentamiento entre un rebaño y su entorno parasitario. Paradójicamente, esta cohabitación es esencial para la expresión del rendimiento zootécnico. Si se rompe este equilibrio, como mínimo se produce una disminución del valor de la ración y, en el peor de los casos, mortalidad. Un enfoque razonado puede ayudar a establecer una inmunidad eficaz y hacer que el entorno sea hostil a los parásitos. Sencillo, sí, pero ¿cómo hacerlo?

Pérdida de apetito, pérdida de peso, trastornos intestinales... Una infestación parasitaria en vacas, cabras y ovejas puede tener consecuencias dramáticas si prolifera. El alcance de la invasión puede ir desde un simple descenso de la producción hasta la aparición de verdaderos signos patológicos. Las pérdidas de crecimiento en los rumiantes pueden oscilar entre 80 y 150 g de ganancia media diaria (GMD) en los adultos jóvenes, con una disminución de la producción láctea diaria de 0,5 a 2 litros de leche.

Entender las plagas para controlarlas mejor

Para vivir en equilibrio con tu enemigo, necesitas conocerlo bien para poder controlarlo mejor. Un proceso razonado no se basa en la simple aplicación de un protocolo. Actuar en el momento adecuado significa tener en cuenta la noción de crecimiento del parásito. El ciclo de vida de cualquier parásito se compone de 4 etapas esenciales:

  • La primera fase es la eclosión. Los huevos del parásito se propagan por los excrementos de los animales.
  • Después viene la ingestión. La larva se desarrolla en la pradera, a la espera de ser ingerida por el animal objetivo o pasando por un hospedador intermediario.
  • A continuación, la migración. Una vez ingeridas, las larvas migran a su órgano diana, donde se asientan y completan su crecimiento: rumen (paramphistoma), hígado (tremátodos), abomaso o intestino (estróngilos gastrointestinales).
  • Por último, la expulsión. Los huevos producidos son expulsados al medio ambiente por el estiércol, listos para eclosionar a su vez.

La duración de estas fases varía mucho según el parásito. Un ciclo completo dura unos 21 días en el caso de los estróngilos, unos 3 meses en el de los parámfistomas y más de 6 meses en el de los trematodos. El tiempo necesario para actuar depende de la identificación precisa del parásito en cuestión.

Schéma explicatif d'un équilibre parasitaire durable

Confiar en nuestras defensas naturales: protección

¿Por dónde empezar? Lo primero que hay que hacer es apoyar la inmunidad del animal, activar un buen nivel de inmunidad. Este es el mecanismo de defensa natural que despliegan los rumiantes contra sus parásitos internos. El contacto continuo con el parásito a un nivel moderado y una dieta equilibrada son claves para establecer y mantener este proceso. También es importante actuar en el momento más oportuno del ciclo vital del parásito. La premunición se adquiere a lo largo de varios meses. Da lugar a la producción de anticuerpos específicos dirigidos contra los parásitos presentes.

¿Qué se puede hacer para favorecer un buen equilibrio entre el parásito y el animal?

Mantener un equilibrio huésped/animal contribuye a reducir el riesgo de disminución del rendimiento zootécnico de los rumiantes. Así pues, reducir el riesgo en lugar de tratar el problema forma parte de un planteamiento razonado y mucho más rentable que la primera solución. He aquí algunas de estas prácticas:

  • alimentación: asegurarse de que la ración sea equilibrada, en particular las variaciones provocadas por los largos periodos de pastoreo (cobre, magnesio, etc.);
  • Gestión del pastoreo: el pastoreo rotativo y la restricción del acceso a praderas húmedas ayudan a limitar los niveles de infestación;
  • gestión del entorno: un entorno menos favorable para el ciclo del parásito es, por tanto, menos favorable para el propio parásito.

Los ganaderos deben adaptar constantemente sus métodos para anticiparse lo mejor posible a los periodos de riesgo. Algunas soluciones nutricionales han sido concebidas para reforzar las defensas propias del animal. Aplicadas en el momento adecuado, pueden limitar la disminución del rendimiento zootécnico, el riesgo de desarrollo de resistencias y la pérdida de inmunidad en caso de tratamientos antihelmínticos repetidos.

¿Le gustaría adaptar sus estrategias de gestión de riesgos parasitarios estimulando las defensas naturales de sus animales? Nuestros expertos están a su disposición, así que no dude en ponerse en contacto con ellos.

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Natual es una gama de complementos nutricionales de origen vegetal destinados a apoyar las funciones fisiológicas del ganado y los cultivos, y en particular de sus defensas naturales.