Este descubrimiento valió a Mullis y Smith el Premio Nobel en 1993. Hoy, con la "fotografía" del ADN bacteriano, y especialmente de una sección de su ADN, el ADN ribosómico 16s, podemos identificar todas las bacterias presentes en un entorno determinado. Es una revolución, porque ahora se puede hacer referencia a estas bacterias por su nombre en la clasificación de los organismos vivos: firmicutes, bacteroides, proteobacterias, etcétera. Este conocimiento es esencial para la ganadería, ya que el tubo digestivo está en el centro del rendimiento y la salud de los animales.
El dominio de la PCR, la reacción en cadena de la polimerasa, hace ahora accesible la información genética de las células. En particular, de los miles de millones de células que habitan el tubo digestivo de humanos y animales y forman la microbiota intestinal. ¿Cómo puede un mejor conocimiento de la flora microbiana mejorar la eficacia alimentaria de los animales de granja y reducir al mismo tiempo su consumo de antibióticos y las emisiones de metano? ¿Qué tienen en común una prueba de paternidad por ADN, una escena del crimen analizada por forenses en busca de restos de ADN y una cría congelada de mamut siberiano? La respuesta está en nuestra capacidad para leer el ADN a un coste asequible y deducir las explicaciones deseadas, incluida la clonación del animal extinto. El origen de estas proezas fue el descubrimiento en los años 80 de un proceso químico: la reacción en cadena de la polimerasa, ahora conocida como PCR.
¿Por qué interesarse por las bacterias del tubo digestivo?
Las bacterias del tubo digestivo forman, por tanto, la microbiota intestinal. La microbiota influye considerablemente en el estado de salud de las personas y los animales. El experimento más sorprendente a este respecto lo realizó Gordon en 2004. Demostró que los ratones delgados podían volverse obesos tras ser trasplantados con la microbiota de ratones obesos. La microbiota es esencial para la vida de su huésped. Entre otras cosas, permite digerir los nutrientes, sintetizar las vitaminas, desarrollar el sistema inmunitario y la pared intestinal. Las perspectivas para la producción animal son excepcionales. El conocimiento de la microbiota y de su modificación por la alimentación podría ayudarnos a comprender y controlar los trastornos digestivos. Y así reducir el uso de antibióticos. Del mismo modo, estos avances nos permitirán mejorar la eficacia de la alimentación y seleccionar los animales más resistentes...
Techna, en el centro de la investigación sobre la microbiota intestinal
Techna participa en varios programas de investigación relacionados con el conocimiento y el control de la microbiota. Estos trabajos prosiguen ahora con estudios en profundidad que conducen a un mejor conocimiento de la flora intestinal de diversas especies, y que ya han dado otros resultados.
- En las aves de corral: el valor de la microbiota en la gestión de los trastornos digestivos inespecíficos se anticipa con fuerza.
- Rumiantes: la microbiota desempeña un papel clave en la reducción de las emisiones de metano.
- En cerdos: se están realizando estudios para demostrar la influencia de la microbiota en la robustez de los lechones al destete.
Hay muchas y variadas formas de moldear la microbiota, como la adición de microorganismos (probióticos) o nutrientes específicos para ellos (prebióticos), aceites esenciales y extractos de plantas, fibras digeribles y no digeribles, y almidones lentos y rápidos. Las investigaciones en curso permitirán evaluar mejor sus efectos, sobre todo en las fases críticas de la puesta en marcha de las aves de corral y el destete de los lechones. El resultado serán productos aún más eficaces.
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