En acuicultura, tanto las prácticas de cría como las condiciones ambientales someten a las gambas a situaciones estresantes que tienen un fuerte impacto sobre ellas. Estos factores estresantes (contaminación, bajo nivel de oxígeno, variaciones de temperatura, clasificación y transferencia, choque osmótico) pueden causar directamente la muerte o favorecer el desarrollo de patógenos oportunistas e infecciones mortales. Como ocurre con todas las especies ganaderas, la mejor forma de reducir estos impactos en las gambas de piscifactoría es erigir una serie de barreras que impidan el desarrollo de patógenos. En este sentido, las barreras físicas y sanitarias son los medios de prevención más eficaces.
Dada la falta de una verdadera inmunidad específica en las gambas, es esencial recurrir en la medida de lo posible a la expresión de su inmunidad inespecífica.
Sin embargo, no existe un estado de riesgo cero: las instalaciones acuícolas se contaminan regularmente con bacterias, virus o parásitos. En este sentido, ciertas sustancias con efectos inmunoestimulantes pueden ayudar a preparar el organismo de las gambas contra el riesgo de brotes de enfermedades. El término "inmunoestimulante" engloba en general todos los componentes que han demostrado su capacidad para mejorar una o varias respuestas mensurables procedentes del sistema inespecífico de la gamba. El objetivo de los inmunoestimulantes es mantener alerta el sistema inmunitario de las gambas desencadenando una respuesta de su sistema inmunitario inespecífico. A este respecto, los Βetaglucanos y los Manno-oligosacáridos (MOS) son especialmente conocidos por mejorar la resistencia a las infecciones bacterianas y víricas mediante la activación del sistema inmunitario y la función de las células fagocíticas. Además, antioxidantes como la vitamina C y la vitamina E pueden contribuir a aumentar la resistencia al estrés. Los oligoelementos, como el selenio, también tienen propiedades antioxidantes y pueden limitar los efectos de los radicales libres.
Es importante asegurarse de que estas sustancias inmunoestimulantes se suministran en cantidades suficientes a través de los piensos o directamente en el contexto de la cría, especialmente durante los periodos estresantes o cruciales: selección y transferencia, choque osmótico, etc.
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