Los riesgos de una ración mal cotizada
Una ración mal utilizada es ante todo un despilfarro de nutrientes: energía, nitrógeno, minerales, etc. Mejorar la utilización de la ración significa aumentar la proporción de nutrientes utilizados para la producción de leche o carne y reducir la proporción de nutrientes utilizados para otros fines (necesidades de mantenimiento, nutrientes no digeridos). Por lo tanto, mejorar el modo en que se utilizan las raciones ayuda a limitar los residuos en el medio ambiente.
Una mala utilización de las raciones también puede reflejar problemas de salud en el rebaño. Los distintos desequilibrios nutricionales -falta de energía disponible, fibrosidad insuficiente, exceso de energía fermentable, exceso de nitrógeno degradable en el rumen, desequilibrio entre aporte energético y proteínico, carencias minerales y vitamínicas, etc.- pueden provocar, en función de su duración e intensidad, problemas de salud en el rebaño. - Según su duración e intensidad, pueden provocar trastornos metabólicos a veces graves. Estos trastornos incluyen
- acetonemia
- acidosis ruminal
- alcalosis
- hipocalcemia.
Estos trastornos pueden tener efectos duraderos en la salud de los animales y penalizar su rendimiento zootécnico y económico.